María y Marta. Contemplación y acción. Es difícil permanecer indiferente al Evangelio de hoy. Muchas veces para mí fue un remordimiento: «Debería rezar más». Hoy estoy convencido de que esta conclusión no siempre es adecuada. Creo que lo mejor que ha elegido María no es solo que escuchó a Jesús en lugar de correr por la casa, y el error de Marta no fue en absoluto que trabajó demasiado y no tuvo tiempo para sentarse a los pies del Maestro.

La clave de esta historia puede ser la actitud de Marta y el hecho de que ella definitivamente ha tomado la peor parte. Decidió no solo hacer lo que claramente no disfrutaba, sino que también trató de obligar a los demás a hacerlo, haciéndolos sentir culpables. ¿No conocemos todos esas actitudes? He conocido a muchas personas en mi vida que han hecho mucho, pero no les dio vida para nada, solo amargura. Sin embargo, con gran determinación trataron de convencer al mundo entero de que esto era lo que tenían que hacer y despreciaron a quienes habían elegido un camino diferente. También he conocido a personas que estaban convencidas de que la acción intensa está mal porque siempre conduce a un activismo vacío y carece de profundidad. Pero, ¿solo ganaremos profundidad multiplicando las horas de oración? ¡No siempre!

Me parece que la línea entre lo mejor y lo peor no es la línea entre la oración y la acción, sino la línea entre estar con Dios y estar a su lado. Puedes actuar sin Dios, pero también puedes pasar largas horas en oración sin Dios. Entonces, ¿qué importa? Estar aquí y ahora con todos nosotros en cada minuto de nuestro día. Entonces vendrán el gozo y la paz, y Dios se asegurará de que todo esté hecho. ¡Fácil! Pero qué difícil de implementar 😉